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luns, 21 novembro 2022 10:45

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Imagen de una sesión de grupo de trabajo en el proceso participativo.
07 - 10 - 2024

Farmacia Lagunkoia: Potenciando el rol de prevención comunitaria de las farmacias junto con la comunidad

Categorías: Artículos

Equipo investigador Farmacia Lagunkoia Juan Albarrán Aríztegui – Sociólogo Investigador - Coordinador de Farmacia Lagunkoia (Matia Instituto) Andrea Pozo Herrera – Investigadora – Farmacia Lagunkoia (Matia Instituto) Sara Marsillas Rascado- Doctora en Psicología e Investigadora - Experta en soledad (Matia Instituto) Introducción Farmacia Lagunkoia es un programa que nace en el marco del proyecto: Euskadi Lagunkoia. Se trata de una iniciativa promovida por el Departamento de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico y puesta en marcha por Matia Instituto. Tiene como objetivo principal incentivar la participación de las personas mayores y de la ciudadanía en general para la mejora de barrios y entornos en los municipios de Euskadi. Dentro de la diversidad de dimensiones que se trabajan en el ámbito de la amigabilidad, aquellas relacionadas con los servicios aglutinan una combinación de aspectos cuya mejora genera un impacto en el bienestar de las personas que envejecen. Tal es el caso de las farmacias, que desempeñan un rol esencial en la vida cotidiana de las personas mayores. Farmacia Lagunkoia surge como una respuesta a la necesidad de fortalecer el papel comunitario de las farmacias, convirtiéndolas en espacios no solo de atención farmacéutica, sino también de apoyo social y detección temprana de necesidades en colaboración con otros agentes tanto los servicios sociales o de salud, como los recursos comunitarios. A través de este programa, las farmacias desarrollan su potencial como recurso clave para identificar necesidades/problemas de las personas mayores, por ejemplo, situaciones de soledades, que se ha convertido en un fenómeno que recibe creciente atención social, propiciado por la acumulación de evidencia que señala el impacto que esta puede tener sobre el bienestar a través de diversas vías. El objetivo de la iniciativa es integrar las farmacias en una red de apoyo más amplia, vinculándolas estrechamente con otros agentes: servicios sociales, centros de salud y otros agentes comunitarios, para mejorar la calidad de vida de las personas mayores en Euskadi. El enfoque de Farmacia Lagunkoia: un proceso participativo para mejorar el entorno comunitario La primera experiencia en torno a Farmacia Lagunkoia fue promovida entre 2015 y 2018 por el Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián y el Colegio de Farmacéuticos de Gipuzkoa. El diseño del mencionado proceso, que contó con la colaboración de personas usuarias de farmacias, farmacéuticas y farmacéuticos de la localidad, profesionales sanitarios y de servicios sociales, y organizaciones de voluntariado, permitió indagar en las necesidades de las personas mayores y dio lugar a reflexiones enriquecedoras para lograr un servicio más alineado con ellas. A partir de ahí, se hizo un análisis de los diferentes elementos que configuran el espacio de la farmacia y otros aspectos, profundizando en torno a las siguientes preguntas: - ¿Cómo es la farmacia a la que voy habitualmente? - ¿Cómo es mi relación con las personas profesionales que allí trabajan? - ¿Qué hace que una farmacia sea un espacio amigable con las personas mayores? ¿Qué tiene que tener? A partir del análisis se identificaron varios factores clave, como la accesibilidad física del establecimiento, la calidad de la relación entre las personas farmacéuticas y usuarias, y la capacidad de la farmacia para actuar como un punto de referencia en la comunidad. El resultado fue la creación participativa de un conjunto de compromisos que las farmacias debían seguir para ser consideradas amigables. Estos compromisos incluían desde aspectos físicos, como la eliminación de barreras arquitectónicas, hasta cuestiones más sociales, como la promoción de una relación cercana y de confianza entre las personas farmacéuticas y las personas mayores. Profundizando en las necesidades: Un estudio cualitativo y cuantitativo Entre 2020 y 2021, con el fin de trasladar la iniciativa de Farmacias a toda Euskadi, Euskadi Lagunkoia en colaboración con el Consejo de Farmacéuticos del País Vasco puso en marcha un proceso de indagación a través un estudio cualitativo y cuantitativo con 38 farmacias de todo el territorio. Este estudio se centró en dos aspectos: el impacto de la pandemia de COVID-19 en la amigabilidad de las farmacias, y la forma en que estas interactúan con otros agentes locales según el tamaño de hábitat (rural o urbano). Los resultados obtenidos señalaron la necesidad de promover el papel comunitario de las farmacias desde la detección de potenciales problemas de las personas mayores. Por lo que el siguiente paso fue diseñar un programa piloto teniendo en cuenta el hábitat. Hacia un enfoque práctico: Los pilotajes tres municipios, tres contextos diferentes En 2023 se lanzaron una serie de pilotajes de Farmacia Lagunkoia en tres municipios, un municipio por cada territorio de Euskadi y de diversas características: Alegría-Dulantzi, municipio del territorio de Araba (típicamente rural, pequeño), Aretxabaleta, municipio del territorio de Gipuzkoa (rural, intermedio) y Barakaldo, municipio del territorio de Bizkaia – en el distrito de Cruces (urbano, intermedio-grande). Se trata de contextos muy distintos, donde las dinámicas sociales, las redes de apoyo comunitarias y la accesibilidad a los servicios son muy diversas. La elección de estos municipios respondió por tanto a 2 aspectos principales: Las diferencias que se dan en la dicotomía rural/urbano, por ejemplo, las dinámicas que se dan en un espacio rural en torno a las redes informales de cuidados, que generan dinámicas de interdependencia dentro de la comunidad se desarrollan de un modo distinto a las de un espacio urbano. Alto grado de actividad del Grupo Promotor de amigabilidad y ayuntamiento: Un Grupo Promotor y ayuntamiento de la localidad implicado en la mejora de la amigabilidad, de su entorno físico, social y en los servicios supone un impulso de interés de la experiencia de Farmacia Lagunkoia. Desde junio de 2023 a febrero de 2024 el pilotaje se ha llevado a cabo a través de un itinerario de sesiones participativas en el que se desarrollan las bases y modos de funcionamiento. Las acciones del pilotaje se han llevado a cabo acompañando a los tiempos y ritmos que siguen quienes participan de cada grupo de colaboración en cada localidad. En cada una de las sesiones de Farmacia Lagunkoia, se van identificando acciones concretas que se pueden implementar tras finalizar cada sesión. De este modo, se va trabajando en una hoja de ruta que les permite definir de manera clara las tareas necesarias para desarrollar cada una de las acciones propuestas. Este proceso hace que los pilotajes consistan en una serie de sesiones en las que se relacionan e interpelan diferentes agentes, que hasta ese momento no habían tenido la oportunidad de colaborar en estos aspectos, siempre con el foco orientado a explorar y definir el papel comunitario que las farmacias pueden desempeñar, a la par que se fomenta la cooperación entre los diferentes actores involucrados. Las sesiones incluyen un análisis detallado de las necesidades para las futuras acciones de intervención comunitaria, seguido de la identificación de las acciones específicas que respondan a esas necesidades. Además, se concretan compromisos por parte de las personas involucradas en el proceso. Durante el proceso final, se profundiza en lo que ha significado la experiencia para las personas participantes, explorando tanto los logros alcanzados como los retos que han enfrentado a lo largo del proceso. Además, se lleva a cabo una puesta en común para definir cómo quieren continuar trabajando en el futuro. Este espacio permite compartir aprendizajes, identificar áreas de mejora y valorar colectivamente el impacto de la colaboración, fomentando un enfoque participativo. A través de esta iniciativa, se fomenta una mayor coordinación entre estos actores, facilitando que las farmacias actúen como puntos de referencia para orientar a las personas mayores hacia los servicios que puedan necesitar. Para ello, se crea una Comisión de Trabajo por municipio (grupo de colaboración) que, de forma periódica, reflexiona y genera sinergias entre los diferentes agentes locales. En el marco de este grupo se identifican problemas de manera temprana y se desarrollan acciones conjuntas y de forma coordinada que aborden las necesidades de las personas mayores de manera integral. Los perfiles que han participado en los pilotajes han sido: Las farmacias de cada localidad (profesionales de la farmacia) Grupo Promotor de amigabilidad del municipio adherido a la Red Lagunkoia (personas mayores protagonistas de la mejora de la amigabilidad de sus entornos), centro de salud (Osakidetza: personal médico y de enfermería comunitaria), ayuntamiento (servicios sociales, figura técnica de personas mayores) y otros perfiles como la figura técnica de prevención comunitaria y agencia de desarrollo municipal. La iniciativa muestra una apertura total a la participación de cualquier otro agente que quiera sumarse a la iniciativa. Los resultados Alegría Dulantzi (rural) En este municipio rural, las redes de apoyo informales, como la familia y el vecindario, juegan un papel importante. Sin embargo, el acceso a los flujos de información acerca de las actividades comunitarias puede suponer un reto, que se produce de manera desigual en diferentes grupos poblacionales. Por ello, el pilotaje en este municipio se centró en mejorar el acceso de las personas mayores a los servicios sociales y en fomentar su participación en actividades comunitarias, aprovechando todo el potencial que las personas que trabajan en las farmacias tienen al conocer las preferencias de las personas que allí asisten con cierta frecuencia. En este tipo de entornos, el contexto de la farmacia se posiciona como un entorno de confianza y las personas que trabajan en ella, como figuras de referencia. Para proporcionar a las farmacias de la información a acercar y que pudieran seleccionar aquella relevante para orientar a cada persona, se propuso la idea de diseñar un cartel informativo a distribuir en farmacias y centros sociales, para que las personas mayores pudieran acceder fácilmente a los recursos disponibles en su municipio. Además, se propuso la organización de talleres sobre el mantenimiento de botiquines caseros y la promoción de hábitos saludables, con un enfoque preventivo que buscaba no solo mejorar la salud física, sino también fomentar la creación de espacios de encuentro y socialización, tal como señalan estudios sobre envejecimiento activo y redes comunitarias. Aretxabaleta (intermedio) En este municipio de tamaño intermedio, el enfoque se centró en mejorar la comunicación entre las farmacias y los servicios sociales, ya que en las sesiones de trabajo previo se identificó que las farmacias, en muchos casos, desconocían los recursos disponibles para las personas mayores. Aunque estas suelen detectar diversas necesidades en estas personas, a menudo no disponen de un canal de comunicación ágil para informar de situaciones específicas. Por esta razón, se desarrolló un protocolo para facilitar esa conexión y asegurar que las necesidades detectadas puedan ser comunicadas de manera efectiva a los servicios adecuados. Además, se puso en valor el trabajo previo realizado por el Grupo Promotor de amigabilidad, quienes habían puesto en marcha talleres de diálogo que favorecían la interacción social entre las personas mayores y que de alguna manera abordaba dimensiones potencialmente vinculadas con las experiencias de soledad. Durante el diseño de las acciones, se propuso que las farmacias participaran en las reuniones de la Red Mugiment en el País Vasco. Esta red, que colabora con diversos agentes locales como ayuntamientos, asociaciones, centros de salud y farmacias, para promover un estilo de vida activo y están repartidas por Euskadi. Al estar en contacto continuo con la comunidad, estas redes proporcionan una visión más completa y enriquecedora sobre la realidad y las necesidades de las personas inactivas, y pueden ser la base para organizar futuras acciones. La idea de incorporar a las farmacias en estas reuniones fue una propuesta valiosa, ya que muchas veces desconocen los recursos y servicios disponibles para las personas mayores. Así, si una farmacia detecta a una persona mayor interesada en mejorar su forma física, puede ofrecerle la información adecuada para acceder a los servicios que ofrece la red, facilitando su integración en actividades que promuevan un estilo de vida más activo. Barakaldo - Cruces (urbano) En este entorno urbano, las dinámicas de soledad son más complejas, ya que, como señala Catherine Murray (2018), en las ciudades las redes sociales tienden a ser más fragmentadas y los apoyos informales son menos accesibles, algo que no sucedía en los otros dos pilotajes de tipo rural. En este contexto, el pilotaje se centró en mejorar la coordinación entre las farmacias y el Centro de Salud La Paz, estableciendo un protocolo de comunicación ágil para la resolución de incidencias urgentes y no urgentes. Además, se ha propuesto la difusión de actividades culturales, deportivas y comunitarias y se han propuesto estrategias para visibilizar y difundirlas a través de la farmacia, y a la par, en el ámbito digital se ha creado un mapeo comunitario sobre los recursos que existen para las personas mayores. Estas acciones no solo mejoraron el acceso a servicios esenciales y actividades significativas, sino que también ayudaron a fortalecer la participación social mediante el nexo de unión de las farmacias. Esto son sólo algunos ejemplos de acciones dentro de toda la diversidad que se pueden desarrollar. Conviene recordar que la soledad se trata de un fenómeno complejo, multidimensional y que requiere un abordaje integral. Siguiendo el planteamiento de Jopling (2015) en cuanto a las dimensiones de las intervenciones cuyo objetivo consiste en mejorar las situaciones de soledad, resulta imprescindible considerar aspectos tan importantes como los puntos de contacto con las personas que podrían beneficiarse de ellas, por lo que, en este caso, las farmacias podrían convertirse en un punto de entrada clave para estas intervenciones y en esta línea se ha venido trabajando a lo largo de los pilotajes desarrollados en el marco del programa de Farmacia Lagunkoia. Conclusiones El desarrollo de cada uno de los pilotajes ha puesto de manifiesto el potencial de Farmacia Lagunkoia como un modelo de atención comunitaria que puede ser escalado a otros municipios de Euskadi. En la actualidad, se está trabajando en la evaluación de las tres experiencias y en el diseño de un plan de escalabilidad para expandir la iniciativa a otros municipios amigables adheridos a la Red, adaptando las intervenciones a las características y necesidades específicas de cada localidad. A futuro se espera que Farmacia Lagunkoia esté presente en un mayor número de municipios, consolidándose como una herramienta fundamental de prevención comunitaria. A medida que la población envejece, iniciativas como esta se vuelven cada vez más necesarias para asegurar que las personas mayores puedan vivir de forma saludable, activa y conectada con los servicios y recursos de su comunidad. Como dijo el médico y humanista Albert Schweitzer: "A veces nuestra luz se apaga, pero vuelve a encenderse con la chispa de otra persona". Esto es precisamente lo que busca Farmacia Lagunkoia, encender una luz de apoyo y bienestar para las personas mayores, desde un lugar tan cercano y cotidiano como lo es la farmacia que, en conexión con otros agentes, pueden contribuir a que las comunidades sean más participativas, inclusivas y solidarias.

mércores, 16 outubro 2024 13:42

Hacia una banca amigable con todas las edades
25 - 01 - 2022

Hacia una banca amigable con todas las edades

Hacia una banca amigable con todas las edades En Artículos, Respeto, inclusión y participación MAITE POZO COORDINACIÓN «RED DE CIUDADES Y COMUNIDADES AMIGABLES CON LAS PERSONAS MAYORES». IMSERSO En el sector bancario se han producido dos cambios relevantes en los últimos años. Por un lado la digitalización de los servicios bancarios, y por otro, el cierre de numerosas oficinas, principalmente en municipios del medio rural. Según datos del Banco de España, el 59% de los municipios rurales no disponían ya de sucursal bancaria en 2020 (en 2008 era del 48%), en 2020 habían cerrado aproximadamente la mitad de las oficinas bancarias de las que existían en 2008. La digitalización bancaria ha facilitado numerosas gestiones a muchos sectores y a una gran parte de la población, pero también ha generado, junto con el cierre de oficinas, dificultades de acceso y de uso de los servicios bancarios y financieros a una parte significativa de la población, que queda en una situación de vulnerabilidad y de exclusión de estos servicios. Especialmente la población de mayor edad, cuya incorporación a la tecnología digital ha sido más compleja, se siente excluida de este proceso de transformación digital que les impide o dificulta el acceso a numerosos servicios, entre ellos, los bancarios. Las propias personas mayores están demandando un trato más cercano, personalizado y amigable en las entidades bancarias y se reivindican como clientes, reclamando una atención adecuada tanto presencial como digital. Esta realidad se agrava en el medio rural donde, además de haberse cerrado numerosas oficinas, en muchos municipios existe una deficiente cobertura digital que dificulta el acceso a servicios de cualquier tipo a través de Internet. Y, es precisamente en los municipios rurales donde el envejecimiento de la población es mayor, aproximadamente el 30% de su población tiene 65 años o más, mientras que la media en España es del 20%. Además, existen otras variables que agravan el problema de la exclusión financiera, personas mayores con escasez de recursos, mayores de 75 años, escasa formación o personas mayores que viven solas. La brecha digital, no sólo en el acceso a los servicios bancarios, también en determinados trámites con administrativos o en servicios públicos, es un factor que aumenta la desigualdad y dificulta la autonomía personal y la participación. Algunos datos: Según el Barómetro de Mayores UDP sobre Banca Digital (septiembre 2019) el 76,9% de las personas mayores en España no son usuarias de la banca digital. Y el 83,2% manifiesta su preferencia por la atención personalizada para realizar gestiones bancarias (siendo Internet y la atención telefónica las opciones peor valoradas). En la misma línea el Informe sobre “Banca electrónica y servicios financieros”, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2020, señala que sólo el 32,6% de las personas de entre 65 y 74 años y apenas el 9,1% de los mayores de 75 ha utilizado la banca electrónica en los últimos tres meses. Y, como en el resto de la población, el porcentaje de personas usuarias de 65 años o más, aumenta con el nivel de estudios y los ingresos en el hogar. La pandemia ha supuesto la incorporación de muchas personas mayores al uso de las tecnologías de la información y la comunicación. El Barómetro de Mayores UDP sobre Brecha Digital (julio 2021) refleja que el porcentaje de personas mayores que usan Internet sigue aumentando y actualmente representan 6 de cada 10 (59,5%), mientras que en 2019 no llegaban a la mitad (46,8%). No obstante, las gestiones por Internet y el uso de servicios bancarios digitales continúan siendo un obstáculo. La Comisión Europea también alerta de la vulnerabilidad financiera en el contexto de digitalización de la banca, en la Unión Europea, solo el 6,5% de la población mayor de 65 años cuenta con habilidades avanzadas en materia de Internet, según datos de Eurostat. En noviembre de 2020, la Comisión Europea publicó la “Nueva Agenda Europea del Consumidor” en la que se menciona expresamente el aumento de la vulnerabilidad financiera en la Unión Europea debido a la pandemia y la digitalización de los servicios bancarios. En ella se señala que las entidades bancarias deben proteger especialmente los derechos de las personas usuarias vulnerables en el acceso a los servicios financieros digitalizados. La Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores, es una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud, impulsada por el Imserso en España. Los ayuntamientos adheridos a esta Red trabajan en la mejora de los entornos físicos y sociales del municipio para que promuevan un envejecimiento saludable y activo, faciliten la autonomía personal y no excluyan ni discriminen a las personas a medida que envejecen. Estos ayuntamientos no son ajenos a la vulnerabilidad en el acceso y uso de los servicios bancarios, una realidad que cada vez aparece con más frecuencia en los diagnósticos de amigabilidad de pueblos y ciudades, como una de las preocupaciones y demandas que las personas mayores manifiestan. Algunas dificultades que relatan las personas mayores en el servicio ofrecido por las entidades bancarias son: Limitaciones en la consideración de las necesidades de las personas mayores en las entidades bancarias, atención menos personalizada. Reducción de horarios de atención y reducción de personal, que redunda en escasez o falta de tiempo dedicado. Se prescinde de una atención presencial, sin ningún tipo de transición o formación. En ocasiones, largas colas de espera al haberse reducido los horarios de atención en ventanilla. Falta de accesibilidad física y cognitiva en las oficinas y en los materiales informativos. Dificultad de la legibilidad y comprensión de la información. Dificultad en el conocimiento y manejo de las herramientas tecnológicas (apps, cajeros automáticos…), problemas de usabilidad que se suman en muchos casos al desconocimiento sobre temas financieros. Sensación de inseguridad, falta de confianza y dificultad en el uso de los cajeros automáticos. Preocupación por la seguridad de los servicios y gestiones a través de Internet. Durante el último año han ido surgiendo diversas iniciativas desde diferentes ámbitos dirigidas a ofrecer una respuesta a estas demandas. Algunas de estas iniciativas son: En el municipio vizcaíno de Durango, el grupo motor de Durango Lagunkoia – Durango Ciudad Amigable, con el apoyo del ayuntamiento, ha puesto en marcha una iniciativa de Banca Amigable, para dar respuesta a la demanda creciente de las personas mayores en relación la pérdida de amigabilidad de los bancos en su trato con la población de edad avanzada. Un grupo de personas mayores del municipio se ha organizado para conocer, analizar, evaluar y proponer mejoras a las oficinas bancarias de su municipio. La iniciativa ha contado con la colaboración de varias entidades bancarias que han asumido una serie de compromisos de mejora. Correos ofrece desde el pasado mes de diciembre un nuevo servicio, presentado con la campaña #ViveDondeQuieras, por el que los carteros y carteras rurales pueden ofrecer a domicilio muchos de los servicios que hasta ahora solo se prestaban en las oficinas o en la tienda online de Correos. A través de los dispositivos electrónicos portátiles (PDAs) utilizados, es posible desde el domicilio ingresar y retirar dinero en efectivo, enviar y recibir paquetería, pagar recibos y tributos, adquirir embalajes, sobres y sellos, gestionar servicios de luz, gas y telefonía. La Diputación de Salamanca ha puesto en marcha los Bibliocajeros, una innovadora iniciativa para paliar la exclusión financiera en 130 municipios rurales de la provincia. A la función principal del Bibliobus que acerca el servicio de biblioteca al medio rural, se añade la disponibilidad de un cajero automático para proporcionar dinero en efectivo. El Ayuntamiento de Valencia que también forma parte de la Red, quiere impulsar los Bancos Amigables con las Personas Mayores, para lo que va a trabajar con la Defensora de las Personas Mayores, con las entidades bancarias y con todos los agentes relacionados en este ámbito. En provincias como Málaga, Murcia o Sevilla se han puesto en marcha las farmacias – cajero como iniciativas piloto en municipios rurales que no cuentan con oficina bancaria. Estas farmacias ofrecen la posibilidad de retirar dinero en efectivo. Por otro lado, la capacitación para el uso de la tecnología digital y uso de la banca online es otra de las medidas que también aumentan. Aunque la alfabetización digital dirigida a personas mayores es una medida generalizada en muchos municipios, la pandemia ha demostrado la necesidad de avanzar en esta formación y se demanda cada vez más una formación más cualificada, que supere el conocimiento básico e incluya herramientas como el certificado digital, gestiones en la banca online, compra online, etc… En esta línea, y en el marco de Madrid Ciudad Amigable, el Ayuntamiento de Madrid ha empezado a impartir en los centros de mayores cursos de formación digital dirigidos a la realización de las gestiones bancarias comunes en la banca digital. La Fundación Cibervoluntarios y la Fundación de la Asociación Española de Banca (AEB) han puesto en marcha cursos gratuitos, presenciales y online, a través del Programa Expertclick, dirigido a mayores de 55 años, especialmente de zonas rurales, en los que se aprende a navegar con seguridad y confianza por Internet y a utilizar la banca digital. No obstante, la demanda de unas entidades bancarias amigables, en las que la edad no sea un motivo de exclusión, va más allá de la alfabetización digital. Se trata de una demanda más global que incluye diversos tipos de medidas orientadas hacia una banca accesible y amigable con todas las edades. Las mejoras para promover una banca amigable con todas las edades deberían incluir un conjunto de medidas que vayan desde la atención en las oficinas, incluido el alcance y periodicidad de las oficinas móviles (horarios, recursos humanos, información y apoyo ofrecidos, etc…), al diseño de servicios y herramientas digitales que tengan en cuenta su accesibilidad y usabilidad e incorporen la opinión de las personas mayores, pasando por el incremento de una formación digital adecuada a las necesidades de las personas usuarias. Asimismo, es fundamental realizar una evaluación de las medidas de mejora puestas en marcha, con unos indicadores claros que incluyan la perspectiva de género y que nos permitan conocer el impacto real de estas medidas y si benefician por igual a mujeres y a hombres, cuál es su impacto en el entorno rural y el urbano o en los distintos tramos de edad, etc… Los procesos de amigabilidad en los municipios que forman parte de la Red de Ciudades y Comunidades Amigables tienen como premisa la participación de las personas mayores, parten de la escucha a la población de mayor edad en el análisis de los entornos físicos y sociales de un municipio y sus propuestas para mejorarlos. Se trata de pasar del “hacer para” al “hacer con”. Esta forma de abordar una realidad para mejorarla es aplicable también a la mejora de los entornos físicos y sociales de las entidades y servicios bancarios. Barómetro de Mayores UDP sobre Brecha Digital (julio 2021) Informe sobre “Banca electrónica y servicios financieros” (febrero 2021) Barómetro de Mayores UDP sobre Banca Digital (septiembre 2019) Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores

mércores, 23 novembro 2022 15:10

Cabecera noticia Cultura de buen trato hacia la edad
19 - 01 - 2022

Cultura de buen trato hacia la edad

MARISOL TUNDIDOR GAGO JEFA DE SERVICIO DEL IMSERSO. EQUIPO DE COORDINACIÓN «RED DE CIUDADES Y COMUNIDADES AMIGABLES CON LAS PERSONAS MAYORES». La cultura de buen trato hacia las personas mayores y su reconocimiento como ciudadanía activa de pleno derecho en la construcción de una sociedad para todas las edades son dos focos básicos que iluminan y orientan nuestro trabajo en la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores en España. Entendiendo buen trato como valor universal y resultado del respeto de los derechos y la dignidad de la persona, el punto de partida es plantearnos cómo quieren ser tratadas las personas. Las personas mayores nos manifiestan constantemente querer ser tratadas con respeto, equidad, afecto y comprensión, como una parte más de la ciudadanía adulta y con capacidad para tomar sus propias decisiones. Las personas cuando cumplen años, también desean y necesitan sentirse activas, útiles escuchadas, valoradas, respetadas e integradas. Buen trato es escuchar y ser escuchado Las personas mayores es un grupo de edad heterogéneo y diverso. A medida que las personas crecen en años, la capacidad de predecir su conducta simplemente por el conocimiento de la edad cronológica disminuye, dada la influencia de otras variables (sexo, nivel de formación, convivencia, profesión, entorno socio-familiar, situación económica, estado de salud…). Las generalizaciones sobre la edad son arriesgadas y peligrosas. Cada persona es única, diferente, con su propia historia de vida, necesidades, expectativas, capacidades y valores. Proyectar socialmente una imagen cargada de estereotipos y prejuicios lleva a comportamientos discriminatorios y sobreprotectores que alejan de otras generaciones y que influyen como profecía auto-cumplida en la propia forma de pensar, sentir y actuar con respecto a la edad. No hay una única forma de envejecer, no hay un único perfil de persona mayor. Buen trato es respetar la diversidad y mirar con detenimiento a cada persona La llegada de la jubilación no conlleva necesariamente la paralización de crecimiento personal, estancamiento o resistencia al cambio. Desde una perspectiva de continuidad, tampoco implica desvincularse de la sociedad. En esta etapa vital pueden aumentar las relaciones sociales, el interés por la vida y por la sociedad, las motivaciones y los espacios de aprendizaje, participación y compromiso social. El proceso de envejecimiento es una parte natural y progresiva del ciclo vital; el aumento de la longevidad, un logro social y la jubilación, una etapa activa y valiosa en la que se pueden desarrollar nuevos proyectos personales y de contribución social significativa junto al resto de generaciones. Buen trato es participación, inclusión y compromiso social Una visión realista exige no obviar factores de riesgo que pueden llevar a la disminución gradual o pérdidas de capacidad funcional (física, sensorial, cognitiva…) y a una mayor fragilidad. Junto a estos factores de riesgo biológicos, existen otros factores de riesgo psico-sociales que también pueden aumentar la vulnerabilidad, (inactividad, pobreza, aislamiento, viudedad, maltrato, soledad, institucionalización…); así como los primeros requieren principalmente de un abordaje sanitario y terapéutico, los segundos no deben medicalizarse. Desde un enfoque integral y desde la coordinación entre lo social y lo sanitario, como sociedad hemos de construir entornos acogedores y amigables, tejer redes de apoyo eficaces y dotar de oportunidades y espacios de aprendizaje a lo largo de la vida, de promoción y prevención de la salud, sin olvidar la perspectiva de género y el respeto a su intimidad e imagen. Buen trato es sensibilidad, protección, apoyo y prevención Tanto en entornos rurales como urbanos, las personas mayores valoran y solicitan que la comunidad en la que viven les faciliten entornos físicos, sociales y económicos adecuados. – Una vivienda accesible y sin barreras, un vecino que da los buenos días, una comunidad acogedora que ofrezca oportunidades de participación, un espacio donde contar e interactuar con otras personas y se les reconozca, un transporte adaptado, un periódico para ponerse al día…. – El entorno es un factor importante que determina en gran medida la salud y la calidad de vida e influye significativamente en cómo percibimos, vivimos y afrontamos el proceso de envejecimiento. Cuando el entorno es un medio hostil hay un mayor riesgo de aislamiento y de soledad no deseada. Un entorno amigable facilita la integración social, promueve espacios de comunicación y encuentro intergeneracional, es facilitador de la independencia y la competencia durante el mayor tiempo posible y cuando es necesario proporciona asistencia y protección. Buen trato es un entorno físico y social amigable

mércores, 23 novembro 2022 15:11

Mejor, no me llames viejo
26 - 04 - 2021

Mejor, no me llames viejo

LOURDES BERMEJO | VICEPRESIDENTA DE GERONTOLOGÍA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE GERIATRÍA Y GERONTOLOGÍA (SEGG) La SEGG publica una Guía para tratar la imagen de las Personas Mayores. Es frecuente escuchar a los Mayores un comentario irritado cuando escuchan la expresión “Nuestros Mayores”. “¿De quién somos? ¿Somos propiedad de alguien? ¿Tenemos que obedecer a quien lo afirma?” Esa irritación, en ocasiones, llega a ser un claro rechazo al edadismo cuando se escucha la manera de referirse a las Personas Mayores a las que, habitualmente, no se les pregunta por su opinión en estos temas. Y tienen mucho que decir sobre cómo quieren que se hable de ellas. Un ejercicio que hacer es el de imaginar qué harías si, a cualquier edad, escucharas en los medios de comunicación que se refieren a ti de una manera que te resulta prepotente, demasiado proteccionista, de una manera con la que no coincides… Por eso, en la SEGG, con la experiencia que esta Sociedad científica tiene de tratar con los Mayores tan intensamente y desde hace tantos años, hemos pensado que había que llegar también a los medios de comunicación como el canal más apropiado para que el lenguaje que define a los Mayores se transforme en un lenguaje positivo, heterogéneo y, finalmente, refleje a un grupo de población muy diverso y también cada vez más influyente. Por eso, la SEGG ha elaborado una Guía para los medios de comunicación con la que quiere contribuir a difundir una imagen positiva de las Personas Mayores que recoja, especialmente, la heterogeneidad de este grupo de edad y evite los estereotipos negativos que se atribuyen a esta franja de edad. Es evidente -los datos demográficos lo demuestran- que las Personas Mayores se han convertido en un grupo de población influyente, en un foco de atención periodística y social debido a esas razones demográficas y también sanitarias en la actualidad. El crecimiento del número de personas mayores de 60 años en todo el mundo ha conducido a la declaración del Decenio del Envejecimiento Saludable, por parte de Naciones Unidas. NU busca una concienciación y movilización de instituciones y medios de comunicación sobre las necesidades sociales y sanitarias de este grupo de población. Por otra parte, ya está aquí la silver economy o economía vinculada a las personas mayores. Eso también tiene que ver con que las nuevas generaciones de Mayores son hábiles con las nuevas tecnologías y cuando abordemos temas referentes a ellos no podemos perder de vista que las previsiones de la Unión Europea (EU) son que, para 2025, la contribución de la Silver Economy al PIB europeo se sitúe en el 32% del mismo y supondrá un 38% del empleo en la UE. 2025 está a la vuelta de la esquina. Es, por tanto, muy importante el tratamiento que los medios de comunicación otorgan a las Personas Mayores porque son un altavoz de tendencias y, a través de ellos conviene evitar estereotipos y lugares comunes que no atienden, sobre todo, a la heterogeneidad de este grupo. La “Guía de la SEGG para los Medios de Comunicación sobre el tratamiento de la información y la imagen de las personas mayores y el envejecimiento” busca sugerir a los medios algunos criterios en la información sobre las Personas Mayores que pueden resultar positivos (o al menos neutrales, dignos y realistas) para ellas, para medios y lectores. Recomendaciones que deben entenderse también, también, como un medio de hacer frente al Edadismo al que se enfrenta este grupo de población en el ámbito económico, profesional, social, institucional o sanitario. Hemos establecido ocho apartados: LAS PERSONAS MAYORES SON DIVERSAS Las Personas Mayores forman un grupo de población muy heterogéneo y esta idea debe ser el punto de partida fundamental para informar sobre ellas, teniendo en cuanta su gran diversidad intergeneracional e intrageneracional. Las personas mayores son más variadas que cualquier otro grupo de edad y, sin embargo, se las considera a todas iguales y con una imagen generalmente negativa. Hay que transmitir que una persona con 60, 70 u 80 años (o mucho más) puede llevar una vida plena y activa, teniendo mucho que aportar laboral y socialmente. Es una realidad muy distinta a la de una persona con dependencia física, deterioro cognitivo o enfermedad, independientemente de su edad. Y todo ello se suele unir en un solo bloque, como un colectivo uniforme y homogéneo, generaciones muy diversas entre sí, con estilos e historias de vida que pueden ser muy distintas, y con situaciones de salud física, mental y condiciones sociales también diversas. Es necesario atender a la diversidad, se deben construir representaciones del envejecimiento y la vejez desde la diversidad (edad, origen étnico, orientación sexual, creencias, lugar de residencia…) y mostrar al público la edad real, sin prejuicios contra la vejez. LAS PERSONAS MAYORES QUIEREN Y TIENEN DERECHO A DAR SU OPINIÓN Parece imprescindible contar con su opinión para todo aquello que repercuta en sus vidas. Se debe consultar a las Personas Mayores sobre sus necesidades, sus gustos o sus reivindicaciones, evitando hablar en su nombre sin conocer exactamente lo que opinan o quieren. Al elaborar informaciones periodísticas sobre ellas, es imprescindible conocer sus opiniones sobre cada tema; deben ser una de las principales fuentes de información (junto con los estudios y encuestas sobre ellas). Están perfectamente capacitadas para darla y tienen un discurso propio que debe ser escuchado. SON FUENTE DE MENSAJES POSITIVOS Y REALISTAS Las informaciones sobre las Personas Mayores son muy a menudo negativas y sensacionalistas: se refieren en un porcentaje muy amplio a problemas de salud, fragilidad, soledad, carga económica en las pensiones, coste sanitario… Según los estereotipos y prejuicios asociados a este grupo de edad, “son un gasto y, además, ya no aportan…”, cuando la realidad es bien distinta. Son puntales de sus familias, son motor de una economía cada vez mayor, protagonizan muchos voluntariados, practican deporte, son personas emprendedoras, continúan aprendiendo, son fuente de apoyo en la familia (hijos e hijas y nietos y nietas) y en la sociedad siempre que es necesario… Dar un discurso real ayuda al empoderamiento de las personas mayores. UTILIZAR LOS TÉRMINOS ADECUADOS: NO SON VIEJECITOS/AS, EL LENGUAJE NUNCA ES NEUTRO El lenguaje tiene una influencia determinante en conductas y creencias sociales. Y los medios son un altavoz con una influencia enorme. Por eso, es muy recomendable realizar la comunicación de estas informaciones con los términos adecuados, reales y no estereotipados. Por ejemplo, es más positivo el término Personas Mayores (que además es una denominación inclusiva). No son recomendables los términos ancianos/as, viejos/as o abuelos/as y mucho menos sus diminutivos (ancianitos/as, viejecitos/as o abuelitos/as). Ni todos las personas mayores son abuelos/as, ni todos los abuelos/as son personas mayores. Si se les pregunta a ellas, es frecuente que contesten que no les gusta el término Nuestros Mayores que indica posesión o paternalismo. Son preferibles las fórmulas “Personas Mayores” o “Adultos Mayores” de nuestra sociedad. De la misma manera hay que utilizar un lenguaje no sexista, evitando utilizar pronombres masculinos, sustituyéndolos por sustantivos genéricos, como por ejemplo sustituir el término “mayores” por “personas mayores”, evitando así el sesgo hacia un sexo o género social. UTILIZAR TÉRMINOS ADECUADOS: NO SON ASILOS La actualidad de la pandemia ha llevado a referirse a sus espacios vitales a menudo en los medios y se han convertido en lugares cotidianos en las informaciones. A este respecto, se debe tener en cuenta que se deben utilizar términos adecuados para hablar de su diversa realidad según el lugar en el que viven. El término asilo o geriátrico está obsoleto. El nombre que se debe utilizar es centro residencial o residencia y, en general, evitar referencias peyorativas o perjudiciales relativas a la edad y el envejecimiento, o el uso de un lenguaje paternalista o condescendiente. MOSTRAR IMÁGENES REALES, OBJETIVAS, DIVERSAS, POSITIVAS, ALEGRES (o al menos neutras) En los medios de comunicación se utilizan más frecuentemente imágenes tristes, dramáticas, de enfermedades o de dependencia que pueden resultar ilustrativas de algunas realidades de este colectivo pero que no representan a todas las personas mayores, ni tampoco a la mayoría del colectivo, ya que, además, estas imágenes las muestran como objeto de nuestra compasión. Es uno de los temas más importantes a la hora de difundir los mensajes relativos a las Personas Mayores. Se debe priorizar el uso de imágenes alegres, positivas, que reflejen actividades variadas y cotidianas de personas muy activas. Son más convenientes y se ajustan mejor a la realidad que viven las personas mayores. También es frecuente que se utilicen imágenes de personas mayores que no se corresponden con nuestro contexto sociocultural, sino de países del norte de Europa y conviene utilizar imágenes de nuestro propio entorno sociocultural español cada vez más pluriétnico, procurando mostrar sus rostros y primeros planos, propiciando una comprensión positiva, digna, igualitaria, no edadista y realista del envejecimiento. RESALTAR LA ECONOMÍA PLATEADA Como mencionábamos, la economía plateada ha llegado a ser ya una realidad muy influyente. La posibilidad de vivir más tiempo es un logro y un recurso valioso, también para la economía generada por más de 9 millones de personas. Es un referente cada vez más habitual en las informaciones de los diarios económicos y generales, que convierte a las Personas Mayores en actores decisivos de la economía general, y esto es algo que debe potenciarse en la comunicación transmitida por los medios. Son, por tanto, un motor activo y positivo para toda la sociedad. Son protagonistas, cada vez más habitualmente, en campañas de publicidad de productos y servicios destinados específicamente a ellas y también de productos destinados tradicionalmente para otros grupos de edad. Se han convertido en un impulso socio-económico y cobran protagonismo como trabajadores “bumerán” que regresan a las empresas, algo que puede favorecer la imagen que se transmita de ellos. Es decir, no se les puede considerar una clase pasiva, uno de los estereotipos más dañinos que afectan a su dimensión económica y productiva. También llevan a cabo acciones que no están cuantificadas económicamente, pero que generan importantes recursos a la sociedad (el cuidado de los nietos y nietas, el voluntariado social, el mentoring, etc). DAR ESPACIO A SUS REIVINDICACIONES Hemos visto en los últimos años grandes manifestaciones sobre reivindicaciones de este colectivo que ha saltado a primer plano de la actualidad. Las Personas Mayores quieren ser tratadas como personas adultas, responsables, conscientes de sus propios actos, no como menores o dependientes. Tienen sus propias reivindicaciones y quieren comunicarlas como ha sido evidente en los últimos años, con una presencia sociopolítica cada vez mayor. Es una generación muy diversa, en la que muchas personas han sufrido desigualdades y diferentes posibilidades para el desarrollo de sus vidas (la falta de escolarización, profesiones con gran esfuerzo físico y horarios muy amplios, infraviviendas…); y en la actualidad se enfrentan a la Brecha Digital, pero también a la Brecha Económica y Social, para el acceso a recursos y servicios que cubran sus necesidades. Conviene recordar que han construido la sociedad en la que vivimos y son ciudadanos de pleno derecho. “Guía de la SEGG para los Medios de Comunicación sobre el tratamiento de la información y la imagen de las personas mayores y el envejecimiento” Sociedad Española de Geriatría y Gerontología

luns, 07 novembro 2022 12:14

La Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores se suma al Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez
11 - 06 - 2020

La Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores se suma al Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez

MAITE POZO | COORDINACIÓN «RED DE CIUDADES Y COMUNIDADES AMIGABLES CON LAS PERSONAS MAYORES». IMSERSO En 2011 Naciones Unidas designó el 15 de junio como Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, considerando que “El maltrato a las personas mayores es un problema social mundial que afecta la salud y los derechos humanos de millones de personas mayores en todo el mundo y es un problema que merece la atención de la comunidad internacional”. La crisis sanitaria por Covid-19 ha puesto de manifiesto situaciones de discriminación hacia las personas mayores que han llevado a muchos países a reclamar conjuntamente el respeto a los derechos y la dignidad de las personas mayores. El pasado 11 de mayo, 140 países de las Naciones Unidas, entre los que se incluye España, emitieron una declaración conjunta reconociendo un incremento del edadismo y situaciones de negligencia y discriminación hacia las personas mayores durante la pandemia. “Nos preocupa la situación de las personas mayores que están en cuarentena o en confinamiento con familiares o cuidadores y que también pueden enfrentarse a mayores riesgos de discriminación, violencia, abuso y negligencia. En este sentido, debemos ampliar nuestros esfuerzos y fortalecer las medidas para proteger a las personas mayores, en particular a las mujeres mayores, de cualquier forma de violencia y abuso de género”. Esta declaración reconoce también la participación significativa de las personas mayores en la sociedad y la importancia de fortalecer la solidaridad internacional e intergeneracional durante la crisis y el proceso de recuperación. También Age-Platform Europe en su informe sobre Covid-19 y los derechos humanos de las personas mayores actualizado el pasado mes de mayo, incluye el aumento en el riesgo de sufrir maltrato y abusos. Este informe recoge situaciones de discriminación que ya existían antes de la Covid-19 y que se han acentuado durante la pandemia. Además, en este informe se ofrecen una serie de recomendaciones para garantizar la protección contra la discriminación, la prevención del abuso, la inclusión y el acceso a servicios esenciales para personas en situación de vulnerabilidad, entre ellas, garantizar apoyo y protección adecuados para las personas cuidadoras y las personas a las que cuidan. Ya en 2002, la Declaración de Toronto -OMS, INPEA (Red internacional de prevención del abuso y maltrato en la vejez) y Universidades de Toronto y Ryerson- estableció que “El maltrato a personas mayores se define como la acción única o repetida, o la falta de la respuesta apropiada, que ocurre dentro de cualquier relación donde exista una expectativa de confianza y la cual produzca daño o angustia a una persona mayor”. Se trata de una realidad que comienza a visibilizarse, pero que continúa estando oculta en la sociedad y con frecuencia queda relegada al ámbito privado. Se ha evitado hablar sobre ella y sigue siendo uno de los tipos de violencia menos tratados en estudios e investigaciones, por eso faltan datos e información que faciliten la detección y la intervención. Los malos tratos a las personas mayores se pueden dar de muchas formas: desde negligencia y descuido o abandono en el cuidado diario hasta el maltrato físico, psicológico y verbal, pasando por la privación de alimentos o medicación y otros tipos de abusos como dejar de contar su opinión, infantilización, ingreso en instituciones contra su voluntad, apropiación de sus bienes o abuso sexual. El abuso y maltrato generan indefensión y ansiedad, agravamiento de enfermedades y lesiones, especialmente en personas mayores en situación de vulnerabilidad, dependencia o deterioro cognitivo. Hablamos por tanto de dignidad y derechos de las personas mayores y de un problema de salud pública por las secuelas físicas y psicológicas que sufren las víctimas. Las personas mayores por lo general no denuncian estas situaciones, aunque faltan datos por la escasez de estudios sobre esta realidad, se calcula que sólo denuncia el 6-7% aproximadamente de las personas mayores que sufren algún tipo de abuso. La gran mayoría de las víctimas de malos tratos no presentan denuncia, entre otros motivos, porque dependen económica y emocionalmente de quien les maltrata, temen represalias, sienten vergüenza o incluso en ocasiones se llega a producir una normalización de los malos tratos. Se calcula que aproximadamente el 65% de los casos de malos tratos a personas mayores son a mujeres, por lo que es importante tener en cuenta la perspectiva de género como ya estableció la Declaración de Toronto en 2002. La dificultad para detectar estas situaciones de abuso y maltrato en la vejez dificulta la intervención. Esta realidad existe con independencia del nivel económico de las personas y del entorno familiar o del lugar en el que residan. Se puede dar tanto en el ámbito familiar como en el institucional, por lo que la prevención requiere entre otras cosas, de la sensibilización e implicación de la sociedad, prestando atención a los indicios de maltrato, denunciando casos conocidos y arropando a las víctimas. La OMS se ha implicado en esta toma de conciencia, y considera así mismo que las ciudades y comunidades tienen “un papel central para asegurar que el maltrato a las personas mayores se comprenda, gestione y, en última instancia, se evite”. La Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores en España se une a la toma de conciencia del abuso y maltrato en la vejez, una realidad que supone una violación de los derechos más fundamentales y de la dignidad de las personas mayores. Y anima a los ayuntamientos de la Red a conocer y trabajar este tema, y proponer y llevar a cabo actuaciones en sus municipios dirigidas a: Mejorar la detección de situaciones de maltrato y abuso para poder prevenir estas situaciones. Visibilizar esta realidad, informando y sensibilizando a la sociedad. Promover actividades que faciliten las relaciones intergeneracionales y el mantenimiento de redes sociales. Formar y sensibilizar a profesionales que trabajan desde distintos ámbitos, principalmente social y sanitario, con las personas mayores. Formar y sensibilizar a las propias personas mayores para prevenir y denunciar si llega el caso estas situaciones, informando sobre sus derechos y los recursos disponibles. Promover estudios e investigaciones que contribuyan a mejorar la detección y la intervención posterior. Así como a promover en sus planes de acción actuaciones dirigidas a fomentar el buen trato a las personas mayores como medida de prevención. Por ejemplo campañas de sensibilización como la promovida por el Ayuntamiento de Terrassa “Con respeto, mejor”o la realizada por el Ayuntamiento de Cartagena con motivo del Día de la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez (Ver vídeo). También en la atención y cuidado a las personas mayores cuando lo necesiten, el buen trato debe estar entre los principios irrenunciables de un sistema de cuidados ya sea en el domicilio o en una institución. Un modelo de cuidados basado en una atención integral que sitúe a la persona en el centro hasta el final de la vida, por delante de cualquier otra consideración, contribuirá sin duda al buen trato y al respeto a la dignidad y los derechos de las personas tengan la edad que tengan. Referencias Resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas para la designación del Día Mundial para la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez Declaración de Toronto (2002) “Statement of Support to the UN Secretary General`s Policy Brief on The Impact of COVID-19 on Older Persons” Covid-19 and human rigths concerns for older persons. Report AGE-Platform EU.

mércores, 20 decembro 2023 10:21

¿Cómo estamos viviendo las personas mayores la crisis sanitaria provocada por el Covid -19?
27 - 03 - 2020

¿Cómo estamos viviendo las personas mayores la crisis sanitaria provocada por el COVID-19?

PACA TRICIO | PRESIDENTA DE LA UNIÓN DEMOCRÁTICA DE PENSIONISTAS Y JUBILADOS (UDP) CARLOS MARTÍNEZ | DIRECTOR DE LA UNIÓN DEMOCRÁTICA DE PENSIONISTAS Y JUBILADOS (UDP) – mayoresudp.org Estamos viviendo un tiempo difícil, protagonizado por el confinamiento al que todas las personas nos vemos sometidas, debido a la alerta sanitaria por la expansión del COVID-19 o coronavirus en el mundo y, muy especialmente en nuestro país. Las noticias que día a día nos golpean hablan de incremento de personas contagiadas, de fallecimientos, de desborde en los servicios de atención médica, pero también han colocado inevitablemente a las personas mayores en el “ojo del huracán”, por ser un colectivo de especial riesgo ante el contagio. Es una realidad ineludible, que obviamente vivimos con preocupación. Con los años disminuyen las defensas inmunitarias del organismo, especialmente en personas afectadas de patologías previas, algo que sabemos se incrementa con la edad. Pero este hecho, esta evidencia, no debe hacernos caer en posiciones y posturas que evidencian en ocasiones un edadismo injusto y discriminatorio. Y ello desde dos visiones distintas pero igualmente negativas: la de quienes acuden al paternalismo victimista hacia las personas mayores o las que las estigmatizan como posibles transmisoras del virus. Nada de esto es cierto ni hace justicia a un colectivo tan diverso y heterogéneo como es el de las personas mayores. Son muchas las personas mayores –lo vemos a nuestro alrededor cada día- que han dado un paso adelante, superando su temor y riesgo, para mostrarnos a la sociedad su responsabilidad, solidaridad y capacidad de esfuerzo y sacrificio. Personas mayores que, desde el confinamiento en sus casas toman la iniciativa y están participando, atentas a las necesidades de quienes más lo necesitan, cambiando su voluntariado presencial por un voluntariado telefónico u online, prestándose a coser mascarillas para el personal sanitario o personas que las necesitan, profesionales sanitarios jubilados reincorporándose para ayudar, desarrollando iniciativas culturales, lúdicas o de encuentro social a través de las tecnologías de la comunicación, animando, sensibilizando, alentando a quedarse en casa y a la superación, aportando... Muchas personas mayores hemos vivido épocas y momentos difíciles en nuestras vidas, estamos acostumbradas al sacrificio y al trabajo duro. Todavía tenemos en la mente el papel de tantas abuelas y abuelos en la reciente crisis económica, que con su acogimiento y generosidad, fueron el más consistente pilar de apoyo a tantas personas y familias en paro o precariedad, en ocasiones asumiendo el riesgo de perder hasta su propia vivienda. En estos duros años han sostenido con su generosidad y entrega a una parte importante de la sociedad. ¿No es este un buen momento para reconocer su compromiso y la deuda que toda la sociedad tenemos con ellas y ellos? ¿Y qué mejor manera de hacerlo que devolviéndoles el cariño, la protección y ayuda que ahora necesitan? Pero sin paternalismos ni estigmas, tan sólo con dignidad y generosidad, y poniendo también en valor su aportación en este momento. Como ha declarado recientemente, Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS: Las personas mayores llevan la sabiduría colectiva de nuestras sociedades. Son miembros valiosos y valorados de nuestras familias y comunidades. Pero tienen un mayor riesgo de complicaciones más graves de COVID-19. Estamos escuchando a las personas mayores y a quienes trabajan con ellas y para ellas, para identificar la mejor manera de apoyarlas. Hacer de nuestras ciudades, comunidades, pueblos y barrios entornos amigables con las personas de más edad incluye y exige este reconocimiento y escucha. Mostrar la vulnerabilidad, a la vez que retrata nuestra humanidad nos engrandece como personas. ¿Quién no se ha sentido vulnerable en alguna ocasión, por algún motivo? Las personas mayores, mostramos ahora más que somos vulnerables, y ello nos hace más grandes. En estos momentos, más que nunca, la sociedad tiene que estar a nuestro lado, hacer suyas nuestras necesidades y reconocer nuestro papel social, demostrado en tantas ocasiones. Esta alerta sanitaria mundial va a marcar un antes y un después. En ese próximo “después” tocará extraer conocimiento y aprendizaje, especialmente en lo que a cuidados se refiere. Tras esta emergencia sanitaria, la relevancia de la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores, iniciativa de la OMS impulsada por el IMSERSO, y su metodología de trabajo basada en la participación y la escucha va a cobrar un gran protagonismo y nos brindará más oportunidades de extenderlo a los municipios de nuestro país. La experiencia que estamos viviendo de emergencia sanitaria pone en relieve el valor del concepto de envejecimiento saludable que preconiza la OMS con esta iniciativa y con la próxima Década del Envejecimiento Saludable (2021-2030). El diagnóstico y plan de actuación en cada una de sus ocho áreas de trabajo nos sirve para detectar las mejoras que cada municipio o comunidad debe afrontar a la hora de transformarse en un entorno amigable para las personas mayores y, en consecuencia, saludable para todas las edades. Una de las mayores enseñanzas de esta epidemia mundial es el valor de la salud pública, la importancia de la inversión en lo más importante que todas las personas necesitamos y queremos: nuestra salud. Y ésta no es sólo una cualidad individual y personal, sino que descansa en todos y cada uno de los ámbitos de nuestros entornos de vida. Si apostamos por un envejecimiento saludable, este involucra todos los elementos que componen cada una de las áreas de actuación que acomete la Red promovida por la OMS, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la llamada Agenda 2030. Es importante afrontar el reto de poner en valor en nuestros entornos el cuidado de las personas y, en nuestro caso, especialmente de las personas mayores. El cuidado ha de ser responsable y equilibrado para ser transformador. Estamos viviendo con esta pandemia, que es global, la importancia de lo local, de nuestro entorno más cercano, que ha de ser corresponsable del cuidado de todas las personas, especialmente de aquellas más vulnerables. Todas las personas hemos de ser cuidadoras, no sólo de quienes componen nuestra familia -que también- sino de quienes comparten mi barrio, pueblo y ciudad. Ejercer esa corresponsabilidad es trabajar por una sociedad igualitaria, que garantice el cuidado en todas las etapas de la vida. La amigabilidad de nuestro entorno, hoy más que nunca, adquiere un significado más real y concreto. En alcanzar esta meta hemos de trabajar juntas administraciones, instituciones y ciudadanía. Y como tan importante es la meta como el proceso, en este reto cada voz es importante. La actitud de escucha nos tiene que permitir realizar diagnósticos más certeros, y la colaboración y apoyo mutuo nos deben permitir afrontar los retos con planes de actuación más realistas, eficaces y con vocación de sostenibilidad en el tiempo, como un deber para con las personas de ahora y de las generaciones venideras. Llegará en poco tiempo la superación de esta grave crisis sanitaria, que traerá secuelas y consecuencias; pero lo más importante es sabernos a nivel individual y colectivo capaces de analizar y extraer conocimiento y aprendizaje con el que enfrentarnos a un futuro que ha de ser sostenible y amigable para todas las personas, o no será. Marzo, 2020

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